Talleres gratuitos de iniciación a la escritura creativa:
Tras finalizar la novela de fantasía «Feliz Navidalloween», retomo la escritura de «Asesino por vocación», un proyecto inspirado por mi relato «Cuchara», incluido en la antología «Relatos de muerte». Esta es una historia de terror y suspense en la que un asesino, encerrado en un psiquiátrico, avisa de que van a tener que dejarlo en libertad. ¿Es terror? Sí, pues este personaje ha decidido convertirse en el más depravado y cruel de los asesinos y no escatimará esfuerzos para conseguirlo: secuestros, torturas, canibalismo... ¡No me gusta el gore! Es lo primero que has dicho, ¿verdad? A mí tampoco. Por eso, no incluiré detalles innecesarios, aunque es evidente que alguna imagen dura te vas a llevar. ¿Es suspense? Sí. Trataré de mantenerte en tensión en cada capítulo y eliminaré toda la paja. Quiero que estés incómodo todo el tiempo y que termines la lectura sin uñas. ¿Cómo surgió la idea? Fue un ejercicio de escritura creativa. Se me pidió que escribiese un relato en el que un objeto normal y cotidiano se usase de un modo inusual. El resultado fue el mencionado relato «Cuchara». Este, conveniéntemente retocado y adaptado, será un capítulo esencial en el nuevo trabajo. Tras repasarlo y corregirlo para publicarlo en «Relatos de muerte» me asaltó la duda de qué pasaría después y, también, me pregunté cómo había llegado el asesino a estar encerrado. A medida que avance te iré informando, pero mientras... ¿Te apetece un adelanto? CAPÍTULO 1. Soy un asesino. Diario del convicto 2330. Página XXXXX. Psiquiátrico penitenciario de XXXX. Vizcaya. España. Siempre hay un depravado más grande que el mayor de los degenerados. Da igual cuánto te esfuerces, alguien te superará. Lo he comprobado infinidad de veces: la gente da asco. Alguien habrá que se salve, no me cabe duda, pero la gran mayoría somos escoria. Sí, yo también. De hecho, me he propuesto ser el peor espécimen humano que haya existido jamás. Sé que es difícil y, precisamente por eso, me motiva todavía más. Tengo que confesarlo: soy un asesino, pero no uno cualquiera, sino el mejor y el más despiadado. Pero todavía no estoy satisfecho, debo superarme, mi obra maestra está por llegar. Estudio, practico, me esfuerzo y, sobre todo, disfruto. Mi infancia fue terrible, mi juventud aterradora, pero nada de todo eso tiene la culpa de en lo que me he convertido. Estaba predestinado a ello. Soy un asesino vocacional, perfeccionista, meticuloso, calculador y, casi siempre, cruel y sanguinario. Hasta yo mismo me asusto, a veces, de lo que puedo llegar a hacer. Sin embargo, una vez que mi actuación finaliza, siento una inefable satisfacción. Mi mayor placer es exterminar a otros delincuentes, sobre todo si también son asesinos ―quiero ser más vil y deleznable que todos ellos―, pero no le hago ascos a torturar a inocentes. ¿Qué más me da? No son más que meras piezas en el tablero de ajedrez que es mi existencia. Disfruto con el sufrimiento de los demás y, por encima de todo, disfruto si soy yo el causante de tal tormento. ¿Quién soy? Algunos me han llamado demonio; no tienen ni idea, un demonio es un aprendiz a mi lado. Soy un asesino, el mejor que ha existido. Siempre tengo un plan, incluso ahora, atrapado en este centro psiquiátrico, el tiempo corre a mi favor. No existe ninguna duda de que no tendrán más remedio que dejarme marchar.
Mientras termino esta historia, ¿te apetece ir leyendo algo de terror?
Relatos de muerte y Relatos de muerte 2 te introducirán en el horror y en lo sobrenatural.
