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CON VIDEORESEÑA AL FINAL.
Recientemente he visto la película Al encuentro de Mr. Banks, el título en España de Saving Mr. Banks (anda qué…).
La película muestra los esfuerzos que tuvo que hacer Walt Disney para conseguir que Pamela Travers le cediese los derechos de su obra, para la realización de la película que todos conocemos.
Sin embargo, Pamela no estaba por la labor y, si lo que se cuenta en esta cinta es veraz, gastaba un carácter difícil (por no decir otra cosa).
Por un lado, Pamela rechazaba de plano que su historia se convirtiese en un musical, y por otro, detestaba la idea de que apareciesen dibujos animados en la película.
Aunque tenía problemas económicos (según la película Saving Mr. Banks), Pamela se mantuvo firme en sus principios e, incluso, obligó a Walt Disney a perseguirla hasta Inglaterra.
Esta película me ha parecido una maravilla, aunque haya conseguido que Pamela me caiga mal y Walt Disney muy bien, ja, ja. Pero es muy interesante ver cómo los guionistas van gestando lo que será la película Mary Poppins y cómo van dando forma a los números musicales. De hecho, aunque se hace un cierto spoiler, recomiendo ver Saving Mr. Banks en primer lugar, ya que te deja unas ganas enormes de comprobar el resultado final (y tampoco es que sea una historia de suspense, donde un spoiler te puede hacer añicos la película).
Y eso fue lo que ocurrió: encargué en Amazon el bluray de Mary Poppins y esperé impaciente para verla por ¿quinta vez?, pero esta última en alta definición y con un sonido excelente.
Siempre que puedo, leo el libro antes de ver la película, pero en este caso ya había hecho ambas cosas anteriormente, aunque no en este orden. Y en el caso que nos ocupa ocurre algo singular que explicaré a continuación.
Tanto la película como el libro son obras maestras, pero absolutamente diferentes. No coincide nada, ni siquiera el hilo argumental. Para la película se ha tomado la idea principal del libro: los niños Banks necesitan una nueva niñera; aparecen los personajes más importantes; y también algunas escenas e ideas sueltas. Pero todo lo demás es una historia nueva.
En la película existen un par de conflictos claros que dan pie a la trama y que podrían resumirse en uno: dos niños son atendidos por una niñera y las asistentas de la casa debido a que sus padres están demasiado ocupados para hacerlo, y resulta que aquellos son unos gamberros. Por cierto, creo que en la película destaca especialmente Dick Van Dyke, en su papel de Bert, y es mi personaje preferido sin ninguna duda.
En el libro, en contra de lo que te enseñan en las escuelas de escritura, no hay ningún conflicto principal: los niños no son malos y solo hay un capítulo en que a Mikel se le cruzan los cables y se porta como un diablo. Y el papel de los padres es irrelevante y apenas aparecen. Además, los personajes no sufren ninguna evolución o cambio importante que yo haya apreciado. Tan solo los niños, que se encariñan con Mary. Si hurgamos un poco, podríamos decir que ambos chavales han abierto su mente al mundo mágico.
Más bien, los capítulos resultan ser una sucesión de relatos más o menos cortos, de género fantástico, sin relación entre ellos más allá de la omnipresente figura de la niñera.
Pamela Travers, en la película Saving Mr. Banks, dice que Mary no viene para “salvar a los niños” sino al padre de estos (de ahí el título de la película, supongo). Esto se ve muy claro en Mary Poppins, la película, pero no en el libro (al menos, yo no lo he apreciado).
Las diferentes aventuras que corren los niños en estos capítulos son tan divertidas como imaginativas y es un libro que merece la pena releer dentro de un tiempo.
La película, con sus números musicales, especialmente el del paseo por los tejados y el posterior encuentro con los desollinadores, también es digna de verse de vez en cuando. Por cierto, la escena de los desollinadores no aparece en el libro.
Por estos motivos, tengo que decir que la misma historia, en ambos formatos, es igualmente espectacular y recomiendo por igual su visionado (en alta definición y sonido de calidad) como su lectura. Es más, recomiendo el siguiente orden:
1. Al encuentro de Mr. Banks (Saving Mr. Banks).
2. Mary Poppins, la película.
3. Mary Poppins, el libro.
4. Y menuda sorpresa me he llevado mientras buscaba imágenes para ilustrar esta entrada; existe una segunda parte del libro: Vuelve Mary Poppins. Ya la he encargado en Amazon.
La película no os va a destripar nada del libro, ya que este no tiene ningún misterio que resolver ni nada similar, y os permitirá disfrutar sin ideas preconcebidas de los excelentes números musicales.
A quienes hayáis visto la película o leído el libro, también os recomiendo seguir este orden de repaso. Creo que, de esta forma, se apreciará mucho mejor el trabajo de Pamela Travers y de Walt Disney, y disfrutaréis muchísimo más de las historias, especialmente quienes no hayáis leído el libro, que seguro que os vais a sorprender.
VIDEORESEÑA
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(Mary Poppins me inspiró esta novela).