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Esta obra no necesita presentación. Todo el mundo sabe de qué va. O al menos eso creen, como me ha pasado a mí. Para empezar, una revelación: no es una historia de terror, es un dramón en toda regla. Lo cierto es que si no llega a ser porque se trata de Frankenstein, de Mary Shelley, hubiese abandonado la lectura al de quince minutos de haber empezado. El inicio no engancha nada, e incluso me provocó bastante aburrimiento. Lo malo es que continúa igual. No digo que sea una mala novela, pero sí que no es el tipo de literatura que me gusta. Para mi gusto, sobran muchos artificios de los que utiliza Shelley, como por ejemplo el hecho de que la novela la narra, a través de cartas que envía a su hermana, un amigo del doctor Frankenstein, contándole a su hermana lo que el doctor le confió a su vez (¿de verdad era necesario tanto jaleo, Mary Shelley?). Creo que la trama hubiese ganado mucho si hubiese sido el doctor quien lo narrase directamente. Así, considero que los dos primeros capítulos (dos cartas) sobran del todo (y aburren). Además, la novela cuenta un montón de historias que no me interesan, como la vida del ciego y sus hijos, en que se profundiza tanto en los personajes que ya no sabes si estás leyendo Frankenstein o Leyendas de pasión. Seguro que tendrá su público, pero, en mi caso, hasta me ha molestado perder el tiempo en leerlo. Lo más interesante del libro, que sería la justificación científica de cómo crear vida, el recomponer un cuerpo humano y el mismo hecho de aplicar estos conocimientos para que el monstruo sea animado, se pasa de refilón en un solo párrafo: de repente, el monstruo vive. Nada de tormentas ni de rayos ni de probetas ni de inyecciones... La mayor parte del tiempo, la novela se centra en las dudas y en los temores del doctor Frankenstein sobre lo que ha hecho, y en su arrepentimiento por haber creado una aberración tal. Se muestra el alma torturada del doctor, lo cual hará las delicias de quienes difruten con las novelas de este estilo y que a mí me desagradan tanto. Pero la cosa no termina ahí. ¡Cuidado que viene el monstruo! Y, agárrense, nada de hablar con gruñidos, o en plan Tarzán de los monos (Yo Tarzán, tú chita, comer comida), sino que parece un licenciado en filología (alguno habrá que hable peor que el monstruo), con un lenguaje rico, variado y con una verborrea que ya querrían para si algunos de mis amigos plastas, de esos que no se callan ni debajo del agua.
Os pongo un ejemplo de frases que suelta el colega: "Me sorprendió ver cómo lo que hacía poco había sido tan solo desierto y tristeza nos regalara ahora las más preciosas flores y verdor. Gratificaban y refrescaban mis sentidos miles de aromas deliciosos y escenas bellas. Y también: Entretanto, la oscura tierra se iba cubriendo de verdor, salpicado de innumerables flores de dulce aroma y maravillosa vista, como estrellas que brillaban con delicado color a la luz de la luna".
Ahí es nada, Y todo esto mientras explica que ha aprendido a hablar espiando a una familia. Pero, escucha, que lo peor es que, mientras dice que ha descubierto que el fuego quema a base de tocar las brasas y que de día da calor y de noche luz, suelta esto: "[...] como les debió parecer el Pandemonio a los demonios del infierno después de sus sufrimientos en el lago de fuego".
¡Cágate, lorito! Decidí leer esta novela debido a que Stephen King la cataloga, junto con Drácula, y Doctor Jekyll y Mr. Hide (pronto releeré la primera y leeré la segunda por vez primera) como los tres pilares de la literatura de terror. Sin embargo, ahora sé que se refiere no a la obra en sí, sino a lo original y lo innovador, en aquel momento, de la idea de dar vida a un ser creado de restos humanos. Esa genialidad no se le puede discutir a Mary Shelley, pero, desde luego no es lo que esperaba. ¿Recomiendo esta lectura? A los amantes del género de terror: no. Es un aburrimiento. Mejor disfruta de cualquier película sobre Frankenstein y, en especial, de El jovencito Frankenstein, ja, ja.
A quienes gocen con un buen drama y cotilleando las vidas de los demás; a quienes les guste profundizar en los sentimientos de los protagonistas; a quienes les horrorice el horror; a quienes odien el género de terror y no quieran acercarse a él ni de lejos... esta novela les va a encantar y se la recomiendo, creo que van a disfrutar mucho con su lectura.
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